DULCES PERCEPCIONES

SENSORAMA

Fue sin duda una experiencia magnifica, que la verdad la quiero volver a repetir, aunque al principio estaba un poco inquieta, o más bien nerviosa ya que no es fácil entrar a un lugar extraño y menos con los ojos totalmente tapados pero tal y como nos lo explico la guía de Sensorama, que  al principio nos íbamos a sentir un poco desubicadas pero después de unos minutos ya nos íbamos adaptar y así fue sinceramente pocos minutos después de entrar me sentí muy relajada, tranquila como que todo el estrés que traía salió totalmente, pude sentirme a mí misma, me ayudo a reencontrarme conmigo misma, y sobre todo sentir los cuatro elementos que fueron el agua, el fuego, el viento y por último la tierra.

En el Sensorama nos muestran de una forma práctica a la ecología, pues nos   involucran con la experiencia de lo que es la naturaleza no solamente a un  nivel informativo. Y valla la redundancia pero fue genial, Salí con un gran sabor de boca.

Me pareció fantástico, que al pasar de los minutos,  mis sentidos se volvieron más agudos, percibía mejor los sonidos identificaba los olores, sabores  y todo esto sin la necesidad de la vista.

Experimentar y sentir los cuatro elementos en el Sensorama, fue sin duda algo diferente, pero de los cuatro elementos hubo uno que en mi sobresalió más,  y fue el del viento, sin duda me apropie de este  elemento, sentía que volaba hubo un momento en que sentía que no había nadie más y yo era el viento soplando, rebelde   de un lugar a otro, OMG,  lo recuerdo y me pongo chinita, sin duda regreso a ese momento y lo vuelvo a vivir, no con la misma intensidad claro está, pero este elemento se quedó en mí.

La verdad el tiempo se me paso volando cuando me di cuenta ya había terminado,  y sin duda  fue una grata experiencia, y agradezco a todos los guías que sin ellos no podría haber sido lo mismo.